Ve de ROJO para conquistar: es el color de la vitalidad y simboliza la pasión, el erotismo, la espontaneidad, la calidez, la ambición, pero también el peligro. Vístete de rojo si buscas provocar, conquistar, divertir, pero ten presente que en personas sensibles puede estimular la agresividad o ser percibido como cruel, y lograr el efecto contrario a lo que buscas.
Irradia luz con el amarillo: es el color del sol y simboliza lo divino. Según la cromoterapia estimula la visión y actúa sobre el sistema nervioso. Úsalo para inspirarte, para la concentración y, en sus tonos más brillantes, para recrear una atmósfera de desenfado y buen humor.
Relájate con el verde: es el color de la esperanza y simboliza la vida. Tiene efecto sedante, antiestrés y se usa para crear ambientes tranquilos, de relajación, como en clínicas y hospitales. Es ideal para cuartos de baño y dormitorios, ya que puede actuar como un calmante y aliviar el insomnio y la fatiga.
Serénate con el azul: es el color de la sobriedad y simboliza la sabiduría, la profundidad y la paciencia. Es muy usado en uniformes, pues reafirma la seriedad y la confianza. Por su poder apaciguador le viene bien a personas con tendencia a la ira o apasionadas en exceso.
Armoniza con el violeta: es el color de la espiritualidad y se asocia con el misterio, los pensamientos elevados, la intuición y la sensibilidad artística. Úsalo para combatir los miedos, estimular tu inteligencia emocional y encontrar la paz.
Muestra sinceridad con el blanco: es el color de la pureza y simboliza la paz. Transmite sencillez, pulcritud e inocencia. Es el preferido de las novias (en occidente) y se recomienda llevarlo en una primera cita. En diseño interior se usa en espacios calientes y con pobre iluminación natural, pues refleja la luz y da sensación de claridad y frescura.
Ve sobria y elegante con el negro: es el color de la noche y lo desconocido y en occidente tiene una fuerte connotación negativa, pues simboliza el infortunio, la muerte, el luto y la maldad. Pero para los modistos es el color de la sobriedad y la elegancia. Es ideal para disimular unas libritas de más, y para llevar en momentos solemnes, o en los que se requiera vestir formalmente. El negro crea una sensación de poder y favorece la seguridad. Úsalo cuando necesites imponer tu autoridad, o mostrarte resuelta y firme.
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