domingo, 8 de agosto de 2010

las cosas no son exactamente como las piensas




Feliz domingo a todas, hoy he andado muchas ganas de escribir tengo un blog personal en la pagina enfemenino.como cada dia le agarro mas sabor a escribir sobre lo que me pasa y sobre mis aprendizajes (aki) no lo hago pq este es un blog con otra tematica para mi pero si les interesa les dejo el enlace de mi blog personal aki hoy andaba buscando una bonita reflexion que postear y encotre una sencillita cortita y que sobre todo me gusto mucho, es algo que nos pasa muy seguido siempre creemos ver las cosas a nuestra manera siempre desde un inicio tenemos una perspectiva sobre algo y la mayoria delas veces nos estamos equivocando,creo que no hay q criticar a alguien sin conocerlo..bueno les dejo la reflexion. comenten porfis ;)

Las cosas no son exactamente como piensas



Una muchacha estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar por muchas horas, decidió comprar un libro para matar el tiempo. También compro un paquete de galletas. Se sentó en un asiento en la sala VIP del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Al lado del asiento donde estaba la bolsa de galletas se sentó un hombre que abrió una revista y comenzó a leer.
Cuando ella tomo la primera galleta, el hombre también tomo una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "pero, que descarado, si yo estuviese mas dispuesta le daría un golpe en el ojo para que nunca mas se le olvide".
Cada vez que ella tomaba una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello la dejaba tan indignada que no conseguía reaccionar. Cuando quedaba apenas una galleta, pensó: "ah... que será lo que este abusador va a hacer ahora?".
Entonces el hombre dividió la última galleta por la mitad, dejando la otra mitad para ella. Ah!! Aquello era demasiado! se puso a bufar de la rabia! Entonces cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sitio de embarque.
Cuando se sentó, confortablemente, en su asiento, ya en el interior del avión, miro dentro de la bolsa y para su sorpresa su paquete de galletas estaba allí... todavía intacto, cerradito!! Sintió tanta vergüenza. Solo entonces percibió lo equivocada que estaba, había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolsa!! El hombre había compartido sus galletas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado, mientras ella quedo muy trastornada, pensando que estaba compartiendo las de ella con él. Y ya no había más tiempo para explicaciones... ni para pedir disculpas.

Reflexión: Cuantas veces, en nuestras vidas, estamos comiendo las galletas de los demás, y no somos conscientes de ellos?. Antes de llegar a una conclusión... observa mejor!! Tal vez las cosas no sean exactamente como piensas, no pienses lo que no sabes acerca de las personas...

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